Álvaro Valverde escribe sobre "Postales"
Así se titula la tercera parte de Postales, el segundo libro de poema del dominicano Frank Báez (1978), autor que empieza a cotizar con fuerza en la bolsa lírica hispanoamericana. Este libro, por ejemplo, se ha publicado ya, además de en su país, en Argentina y Costa Rica y está siendo traducido al inglés, lo que no me extraña porque si de algo se puede calificar esta poesía es de "americana"; del norte, cabe acaso precisar.
Aquí en España su editor es José María Cumbreño, para la colección "La Biblioteca de Gulliver" (Ediciones Liliputienses). Un gesto que justifica su loable empeño, por costoso -me consta- que le resulte.
Aquí la fiesta se centra en el lenguaje. Un lenguaje que se despliega con todo su humilde esplendor a partir de situaciones cotidianas, la mar de comunes y prosaicas, que Báez eleva a categoría poética. Como si nada, eso sí, con mucha naturalidad y enormes dosis de humor y de ironía.
Poemas como "Autorretrato", "Postal desde Pilsen", "Temporada en el paraíso", "Kafkanismo" o "Las cenizas de Roberto Bolaño" dan fe del valor de su apuesta.
A "Los Beach Poets", uno de los mejores poemas de Postales, pertenecen estos versos:
A los treinta, al igual que los poetas románticos, se retiran.
Algunos mueren ahogados.
Otros son atacados por tiburones y pierden
sus piernas o sus brazos.
Otros se hacen ahogados.
Pero créase o no sus obras perduran.
Y noche y día, si uno se acerca lo suficiente al mar
puede escuchar como éste ola tras ola las recita.
- Álvaro Valverde -
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